Un compromiso hasta el final

Pr. Walter Romanenghi

Era la última noche de Jesús, antes de morir en la cruz. Él sabía que su hora de dejar este mundo había llegado. Por eso quiso celebrar con sus discípulos la cena de pascua. Para él era un momento muy especial.
Juan nos relata: “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.” (Juan 13:1)
Para Jesús su compromiso de amor era un compromiso hasta el final.
Él eligió ese momento para dejar un ejemplo a los suyos. Es por eso que mientras cenaban se levantó, y lavó los pies de los doce discípulos, y al finalizar les dijo:
“¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.” (Juan 13:12-15)
El ejemplo de Jesús va mucho más allá del lavamiento de pies. Él nos dejó un ejemplo de compromiso hasta el final con los suyos, para qué, como él lo hizo, nosotros también sigamos comprometidos con ese ejemplo.
Un compromiso de amor los unos por los otros. “El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos” diría Jesús unos minutos más tarde aquella noche. (Juan 13:35)
Un compromiso de humildad en nuestro trato mutuo, dado que Él siendo Señor y Maestro se arrodilló a lavar los pies de aquellos doce.
Un compromiso de santidad que nos lleva a entender que, si bien estamos limpios por la obra de Cristo en la cruz, siempre necesitamos ‘lavarnos’ las impurezas de nuestro caminar diario.
Un compromiso de servicio reflejado en nuestra disposición a lavarnos los pies los unos a los otros. Tal como el Maestro nos hizo con nosotros.
De la manera que Jesús lo hizo, nuestro compromiso con Él no es algo temporal. No es una opción para cuando tenga tiempo libre, tampoco depende de nuestro humor o nuestras ganas.
El ejemplo de Jesús nos lleva a un compromiso hasta el final.
Oremos unos por otros, para que asumamos un compromiso como el de nuestro Señor.