13 noviembre, 2025 | Iglesia Nueva Vida ←Volver a Devocionales Sembrando para el Reino Claudia Trejo “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud.”Salmos 127:3-4 El versículo 3 nos recuerda que los hijos son herencia de Jehová. Esto significa que no somos dueños, sino administradores. Entonces debemos preguntarnos:• ¿Qué estamos haciendo para que nuestros hijos reflejen a Cristo?• ¿Nos ven orar?• ¿Nos ven amar al prójimo?• ¿Nos ven servir?• ¿Nos ven honrar a nuestros padres y a nuestros pastores?Porque ellos no solo escuchan: ellos observan.El versículo 4 dice que los hijos son como flechas en manos del valiente. Una flecha no se dispara sola. Alguien la toma, la apunta y la lanza.¿Hacia qué dirección estamos apuntando a nuestros hijos?¿Qué propósito, qué meta, qué interés estamos sembrando en ellos?Hoy veo padres más preocupados por la educación terrenal que por la educación celestial.Se preocupan muchísimo por la educación académica de sus hijos (lo cual está bien), pero no con la misma intensidad por su formación espiritual.Quieren que sus hijos sean profesionales, pero no tienen la misma preocupación para que sean siervos de Dios.Ahora bien, quizá algunos no tengan hijos, pero tal vez sí un amigo, un vecino, un nieto o un sobrino. Alguien a quien puedan “adoptar” espiritualmente.Invertir tiempo, dinero, oración y amor en alguien puede cambiar eternidades.Cuando yo era niña, tenía 9 o 10 años, una vecina se tomaba el trabajo de llevarme a la escuelita bíblica. Yo era amiga de su hija, y también me llevaba al culto los domingos. En mi casa aún no conocían a Dios, pero eso me marcó: alguien se ocupó de hablarme siempre de Él.Si todos tuviéramos ese sentir de traer, aunque sea un alma para el Señor… ¡cuántos más seríamos!Doy gracias a Dios por ella —y por otros— que invirtieron en mí. Gracias a eso, hoy estoy aquí.Colosenses 3:2“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”Oremos para sembrar e invertir en aquello que es eterno.