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¡Mi Dios me escuchará!

Walter Romanenghi

Hacia el final de su libro, el profeta Miqueas escribe lo siguiente: “Yo, por mi parte, pondré la mirada en el Señor, y esperaré en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios habrá de escucharme!” (Miqueas 7:7) (RVC)

Miqueas vivió y predicó su mensaje unos 700 años antes de Cristo. En un contexto social complicado, donde el pueblo de Judá se estaba alejando de Dios, y no tenía problema en sumarse a prácticas paganas de sus pueblos vecinos, buscando ayuda en sus falsos dioses.

A pesar de las circunstancias deplorables que lo rodeaban, (descriptas en los versículos 1-6 del capítulo 7), Miqueas asume una decisión personal frente a esa situación. Con mucha convicción proclama que él va a mirar al Señor.

¿Qué significa poner nuestra mirada en el Señor? Es buscar la ayuda de Dios, y poner nuestra confianza en Él. Es comprender que, frente a una realidad adversa, El Señor sigue reinando y es allí adonde debemos dirigir nuestros ojos.

Miqueas declara que además de mirar al Señor, va a esperar la respuesta de parte de Dios. “El Dios de mi salvación” dice el profeta, dando a entender esa relación personal que existe entre Dios y aquel que ha creído en el Salvador.

Es saber que ya hemos sido rescatados, y recordar cada día que ‘Mi Dios’ es quien me ha salvado, y que en Él esperaré siempre el socorro oportuno.

La oración es un mensaje hacia el cielo, hacia donde está puesta nuestra mirada. Siempre esperando la respuesta de parte de Dios.

Es una esperanza cierta. Es la certeza de lo que se espera.

La exclamación de Miqueas finaliza con otra convicción personal del profeta. Él sabe, y lo cree, que Dios siempre lo va a escuchar.

Además, es una proclama de su fe, para que los demás crean que, así como Dios lo escucha a él, puede escuchar a cualquiera que se acerca a Dios con fe sincera. Nuestra fe y nuestra oración siempre serán un testimonio del poder de Dios, a quienes nos rodean.

Oremos al Dios de nuestra salvación, con la plena convicción que nos escucha, y que confiadamente podemos esperar en Él.