6 marzo, 2025 | Iglesia Nueva Vida ←Volver a Devocionales Mi Deber Paulina Reyes Hace poco comenzó el mes el Ramadán, el más sagrado para los practicantes del islam. En el mismo, los musulmanes fortalecen su relación con Alá, mediante el ayuno y la oración.Es sorprendente lo radicales que son en apartar 30 días para hacer lo que se les encomendó, para obtener la aprobación de Alá (según ellos).Viendo la gran convicción que expresan, me replanteaba esto:• Estoy/estamos siendo radicales/intencionales con mi/nuestra relación con el Señor?• Estoy/estamos siendo radicales/intencionales con lo que Él me/nos encomendó?• ¿Qué es lo que estamos haciendo?En base a la 1ra. pregunta, como hijos de Dios, tenemos el deber de cultivar nuestra relación con Él, alimentando y nutriendo el espíritu con el cual hemos sido sellados (Efesios 1:13). ¿Por qué? Nuestro mayor deseo y anhelo como hijos, es agradar y alabar al Padre con todo lo que somos y hacemos.Si no cuido y cultivo mi relación con Él, difícilmente podré hacerlo, ya que voy a terminar viviendo conforme a lo que mi carne quiere, generando el efecto contrario (Gálatas 5:16.17). Sin embargo, si vivo por el Espíritu que mora dentro mío consecuentemente voy a lograrlo, y así poder ver el fruto de Su Espíritu reflejado (Gálatas 5:22-23).Siguiendo con la 2da. pregunta, tengamos en cuenta Mateo 28:19-20:“Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones,y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.Enséñenles a cumplir todas las cosas que les he mandado”¿Estoy haciendo discípulos? ¿Tengo al menos un Timoteo? No solo va para pastores y/o líderes, sino para todos los hijos de Dios. Es empezar con lo que el Señor nos encomendó en donde estamos, en nuestra comunidad, en nuestra familia, en donde aún la verdad no ha sido conocida, y esto implica entrega, sumisión y obediencia total a la voluntad del Padre.Concluyendo con la 3er pregunta, la obra del Señor no solo es trabajo de uno, sino de todos. Es importante que podamos estar en un mismo sentir, unidos, juntos, para concretar la misión de Dios en nuestras vidas. (1 Corintios 1:10; Lucas 11:17; Hechos 2)La Iglesia primitiva vivía la expectativa de “Él viene pronto”, preparando y allanando el camino para cuando Cristo volviera.La pregunta es ¿Lo estoy/estamos haciendo?¡Bendiciones!