12 septiembre, 2024 | Iglesia Nueva Vida ←Volver a Devocionales El Miedo de Crecer: Aceptando la Incertidumbre con Fe y Valor Lucas Barrio Palacios A medida que crecemos, todos proyectamos una imagen hacia los demás, pero por dentro podemos sentir cosas muy diferentes. Se supone que con el tiempo nos volvemos más fuertes y seguros, pero no siempre me siento así. Al empezar la universidad en Córdoba, descubrí un miedo que antes no tenía: hablar en público. De niño disfrutaba exponiendo y defendiendo a mis compañeros, pero ahora ese temor apareció, especialmente cuando rendí un final importante. Me di cuenta que ese miedo no venía del contenido, o lo que pensaran los demás, sino de sentirme solo, de entender que ahora dependo solo de mí mismo, de mis decisiones y mi fe en Dios. Ya no tenía a mis padres esperando con un abrazo si me iba mal. Ese proceso de ser autosuficiente, de pasar de niño a adulto profesional, fue un choque. A veces, cuando veo a los niños, pienso en lo valientes que parecen, con menos miedos que los que tengo ahora. Aunque he aprendido a lidiar con ellos, me he enfrentado a muchos más. Crecimos pensando que los adultos no tienen miedo, pero la verdad es que todos enfrentan sus propios temores. Estar muerto de miedo por dentro, pero proyectando seguridad, eso es ser adulto. Animarse a los planes que Dios tiene para nosotros, eso es crecer espiritualmente. Dios nos dejó una comisión, y no nos dejó detallado el camino. El camino de la fe del cristiano va a estar lleno de miedos, Dios nunca nos prometió que iba a ser todo lindo. Pero Dios se deleita cuando nos armamos de valor y emprendemos viaje en ese camino. No esperemos a ser perfectos para empezar, nuestros pequeños talentos puestos en obra, salvan vidas. Para mi mente serán 5 minutos de vergüenza predicarle a alguien, pero para Dios puede ser un alma más que se salva por una eternidad. Por ejemplo, Timoteo, que a pesar que la tenía difícil por su contexto, siendo una persona muy joven se sobrepuso a todas las adversidades y fue un pilar para el desarrollo de la iglesia primitiva. Seguramente Pablo no hubiera sido tal sin Timoteo. “¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará”. (Deuteronomio 31: 6)