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Deseos del corazón vs. los planes del Señor

Graciela Cristaldo

En el libro de los Salmos, el rey David menciona en el capítulo 37: 4-5 (NTV):
“Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.
Entrega al Señor todo lo que haces, confía en él y él te ayudará.”
Y así podemos mencionar varios pasajes bíblicos: Salmos 20: 4-5, Salmos 38: 9-22.
Lo que les quiero compartir, es que estamos constantemente haciendo peticiones cada día de nuestras vidas, ya sea algo personal, familiar, amigos, trabajo, familia de la fe, etc. Tantos motivos.
También agradecemos, pero, ¿Qué es lo que realmente Dios quiere para nosotros, o para los que nos rodean? En Proverbios 16:9 (NTV) dice que “podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos.”
Vivimos en un mundo tan acelerado, que queremos todo para ya, o nos gana la ansiedad, la necesidad ya sea espiritual, de sanidad o económica, la falta de tantas cosas. Pero como hijos de Dios primero preguntarle al Señor: ¿Es esto lo que querés para mí?, ¿Estoy haciendo correctamente las cosas?, ¿Vivo una verdadera vida en Cristo?
En el libro del profeta Jeremías 17:10 (NVI) nos dice: “Yo el Señor sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras.”
Tenemos que pedir primeramente sabiduría al Señor en todo, y orar que sea su voluntad y no la nuestra. Vivir conforme a sus mandatos, tener humildad en nuestros corazones, ser dadivosos, serviciales. Tantas cosas agradables a él que podemos practicar.
Otro pasaje que me gustó, es el de Jeremías 29:11 (NTV) que dice: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes dice el Señor. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.”
Escuché a una persona sabia decir, Dios nos responde de 3 maneras diferentes: nos dice que sí, y nos da lo que queremos. Nos dice que no y nos da algo mejor, o nos hace esperar y nos da algo aún mejor.
Los invito a reflexionar y entregar todo al Señor, saber esperar la voluntad de Dios en nuestras oraciones, a perseverar, y aceptar lo que él quiere para nosotros.
Dios los bendiga.