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Debemos entender a Dios

Francisco Monjes

Entender a Dios, se trata de una relación personal, por ejemplo, el amor del Padre, revelado en su Hijo, y que se nos dio a conocer por el Espíritu Santo.

No es una afirmación teológica, sino que es una verdadera relación con Dios.

Pero a veces, como si no entendiéramos a Dios, intentamos enfrentar las dificultades, los problemas, aplicando como solución nuestro razonamiento, y no buscamos la dirección de un Padre y Dios que todo lo sabe, que todo lo puede, y ante la apariencia de que todo nos salió bien, nos llenamos de un orgullo desmedido, hasta que el Señor nos permite pasar por pruebas para refrescarnos la memoria de quienes somos y a quien pertenecemos.

Un ejemplo de esto lo encontramos en Lucas 22: 34. Jesús mantiene un diálogo con Pedro donde le hace saber que lo iba a negar tres veces antes que cante el gallo. Y Pedro no le entendió al Señor.

Tampoco los discípulos entendieron a Jesús en el diálogo siguiente. En el relato de Lucas 22:38, Jesús afirma “¡Ustedes no me entienden!” (Traducción lenguaje actual)

Los discípulos no entendieron que Jesús se refería al cumplimiento de las profecías y su propósito para ir a la cruz.

Los discípulos no entendían a Jesús, pese a que ya, tres años venían siendo discipulados. Un rato antes Jesús le había dicho a Pedro: “Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás.” (Juan 13:7)

Lo que Jesús quería es que buscaran ser guiados por el Espíritu Santo. (Juan 16:13–14)

No debemos tomar las instrucciones de Dios como algo sin importancia, ni nos pongamos tristes cuando él nos reprende, porque Dios corrige y castiga a todo aquel que ama, y considera su hijo. (Hebreos 12:5-6).

Debemos entender a Dios. Él está con nosotros. Este año 2024, el Señor tiene preparado grandes bendiciones para cada uno de nosotros. Él hará milagros a nuestro alrededor, alegrémonos porque estamos dentro de sus planes para empezar un año de victoria. Él quiere que sirvamos a nuestro prójimo con amor y misericordia, quiere que crezcamos en el conocimiento de su Palabra, que busquemos la guía del Espíritu Santo para que seamos sal y luz ante un mundo que gira y gira contradiciendo los propósitos de Dios.

Debemos entender a Dios. Confiemos en sus promesas.

Dios nos cuidará ahora y siempre. Por donde quiera que vayamos. (Salmo 121:7-8)

Es por todo esto y más, que debemos entender a Dios. Él se reveló a toda la humanidad de diversas maneras, pero la mente finita del hombre, y su corazón de piedra, no quiere entender su santa voluntad que es agradable y perfecta para los que han creído.