6 febrero, 2025 | Iglesia Nueva Vida ←Volver a Devocionales Apuesta de vida o muerte Axel Liggardi El sacerdote francés Michel Scotto relató en cierta oportunidad, una alegoría. (Aunque para él no era una alegoría, sino que se trataba de la realidad)Él dice que enfrentó al diablo en un juego de apuestas. Que se jugó al póker la salvación de un pecador moribundo. Pero el diablo, mucho mejor jugador que él, y además mentiroso, tramposo y engañador, le ganó la partida, llevándose esa alma para sí.Esta historia, verídica o imaginaria, contiene varias verdades que merecen nuestra reflexión. En primer lugar, Satanás ciertamente está rondando en busca de las almas de este mundo. El apóstol Pedro dice: «Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar» (1 Pedro 5:8). Eso debemos darlo por sentado. Otra gran verdad, que esta historia revela, es que Dios también anda en busca de las almas de este mundo. Jesucristo, refiriéndose a sí mismo, dijo: «Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Así como Satanás ronda en busca de las almas de este mundo, Cristo, también, anda en busca del pecador que está perdido. Lo que la historia no revela es que el destino del alma humana no está a merced de ninguna lotería ilusoria. La salvación eterna del hombre es la promesa de Dios para aquellos que creen en Jesús. Jesús dijo: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16).No se trata de un juego de apuestas entre el bien y el mal. El voto determinante lo da el hombre mismo. Cada uno de nosotros debe decidir por cuenta propia, si su alma será del diablo o de Dios. Si pasará la eternidad en el cielo o en el infierno.Es nuestra fe en la obra redentora de Cristo la que nos lleva a la vida eterna.No es una apuesta de vida o muerte.Es una decisión.Más vale que nos decidamos por Dios.