Enseñar es cuidar

Ivana Balastegui

La palabra cuidar es una palabra muy especial. Cuidar implica dedicación, dar, escuchar, paciencia, esmero, entrega de tiempo y afecto hacia el otro. Cuidar a través de la enseñanza significa también respetar la autonomía del otro, permitirle crecer a su ritmo y acompañarlo en sus descubrimientos. El acto de enseñar, cuando está motivado por el amor, no busca el control del otro, sino su florecimiento. Los buenos maestros son formadores de personas y saben dar protección y honra a quienes están bajo su cuidado.
“Enseña al niño a seguir fielmente su camino, y aunque llegue a anciano no se apartará de él.” Proverbios 22:6
La enseñanza es una fuerza liberadora que no solo transmite conocimientos, sino que transforma vidas. La verdadera educación forma seres humanos conscientes, capaces de actuar con justicia, dignidad y responsabilidad. El conocimiento y la sabiduría son fundamentales para vivir con libertad, justicia y plenitud.
El conocimiento de la verdad revelada en Cristo, no oprime ni esclaviza: libera de la ignorancia, del pecado y del miedo. Por eso, enseñar desde la fe no significa imponer dogmas, sino invitar al otro a descubrir y conocer la verdad que libera y transforma.
Desde la perspectiva del Reino de Dios, el conocimiento no es para acumular, sino para compartir. Enseñar es una forma concreta de servir al otro. Enseñar desde la fe es un servicio humilde y comprometido con la transformación del otro y del mundo. Jesús lo dejó claro en su encargo a sus discípulos: “Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos.” Mateo 28:19-20
Toda la Escritura es inspirada por Dios. Dios mismo intervino directamente por medio de su Espíritu en la escritura de cada letra de cada palabra. La Escritura tiene en esencia toda la autoridad para enseñar. “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.” 2 Timoteo 2:16
Hay quienes han recibido el don de enseñar “El que recibió el don de enseñar, que se dedique a enseñar.” Romanos 12:7 Y cuidar también es reconocer. Por eso, en este día es bueno reconocer la vocación y el don que Dios le ha dado a muchos de nosotros para enseñar y bendecirnos tanto. A todos ellos, GRACIAS!