4 septiembre, 2025 | Iglesia Nueva Vida ←Volver a Devocionales Cuando Dios me habla Pr. Walter Romanenghi Al comenzar septiembre, una vez más recordamos que es un mes muy especial para los creyentes de habla hispana. Hace muchos años, en 1569, a fines de septiembre, se publicó, en una imprenta de Basilea, la primera edición de la Biblia íntegramente traducida al castellano.Casiodoro de Reina fue el autor de esa versión, revisada unos años después por Cipriano de Valera. Por eso, a la traducción de la Biblia más difundida en el idioma español hasta el día de hoy, se la conoce como la versión Reina Valera.La Biblia contiene todo lo que Dios quiere que nosotros conozcamos para alcanzar la salvación que ofrece por medio de la fe en Cristo. (Juan 20:31) Dios nos habla a través de ella.El rey David expresa, en el salmo 19:7-11, el valor que tenía la palabra de Dios para su vida:“La ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida.Sus mandatos son dignos de confianza,pues dan sabiduría a los jóvenes.Las normas de Dios son rectas y alegran el corazón.Sus mandamientos son puros y nos dan sabiduría.La palabra de Dios es limpia y siempre se mantiene firme.Sus decisiones son al mismo tiempo verdaderas y justas.Yo prefiero sus decisiones más que montones de oro,me endulzan la vida más que la miel del panal.Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas.” (TLA) Entonces, podemos tener la certeza que, cuando Dios me habla en su palabra, produce nueva vida en mi ser.Cuando escucho con atención lo que Él me dice, su voz me ayuda a ser más sabio y a confiar cada vez más en Él.Todo lo que Dios me dice es correcto y digno de confianza. Por eso cuando Él me habla trae alegría a mi corazón.El escuchar todo lo que Él me habla hace que cada día lo conozca mejor, y eso produce pureza en mi alma.Lo que Dios me enseña en las Escrituras no tiene errores ni contaminaciones. Al contrario, lo que Él me enseña es verdadero y se mantiene firme para siempre.Si elijo escuchar su voz, será la decisión más valiosa para mi vida.Si decido estar atento a todo lo que Él me quiere indicar en su palabra, no solo hará que la vida sea más dulce, sino que también me promete un premio si cumplimos con lo que nos pide.A pesar de los siglos, el mensaje de Dios hacia nosotros no ha cambiado. Su vigencia se mantiene en el tiempo.Te invito a que le permitas a Dios hablar a tu vida, y verás cómo todo puede cambiar y ser transformado.